Breve historia del comunismo en Rumanía (I)
Tras la derrota alemana en el frente de Stalingrado, en febrero de 1943, los soviéticos iniciaron un contrataque que, un año después, los situó ya cerca de las fronteras de Rumanía. En respuesta a la actitud irredenta del mariscal Antonescu, se formó el Bloque Nacional Democrático, con el apoyo del rey Mihai, formado por los liberales de Gheorghe Brătianu, los nacional-campesinos de Iuliu Maniu, los socialistas de Titel Petrescu e incluso los comunistas de Lucrețiu Pătrășcanu quienes, a pesar de su escaso peso en la política rumana de preguerra, fueron también integrados como gesto de buena voluntad hacia una URSS amenazante.
Lucrețiu Pătrășcanu
A partir del 20 de agosto de 1944, la ofensiva de las tropas soviéticas rompió el frente de Moldavia, precipitando el golpe de Estado del rey Mihai contra Antonescu (23 de agosto). El dictador fue arrestado, se repusieron los derechos según la Constitución de 1923, Rumanía abandonó inmediatamente a las fuerzas del Eje y detuvo la guerra contra los aliados. A finales de mes, las tropas soviéticas entraron en Bucarest y el 12 de septiembre, una delegación rumana, dirigida por el comunista Pătrășcanu, firmó un armisticio en Moscú con diversas condiciones: la continuación de la guerra junto a los soviéticos, el paso libre de las tropas rusas a través de Rumanía, el pago de importantes indemnizaciones, el arresto de los criminales de guerra, la disolución de las organizaciones fascistas, la imposición de la censura y el reconocimiento de la anexión a la URSS de Besarabia y Bucovina del norte.
A pesar de todo, tras el período de la dictadura de Antonescu, Rumanía volvió a ser un país democrático que devolvió derechos y libertades a sus ciudadanos, se dispuso a respetar la separación de poderes y la libertad de expresión y legalizó los partidos políticos. La guerra había destruido la economía del país, la agricultura había quedado muy afectada por la contienda y la industria se resintió en seguida por la falta de materias primas, combustible y medios de transporte. El leu se depreció, los precios de los cereales se dispararon, el nivel de vida cayó en picado y, de acuerdo con las condiciones del armisticio, los escasos recursos restantes se destinaron a la continuación de la guerra.
Churchill y Stalin (1945)
En octubre, en la conferencia de Moscú celebrada entre Churchill y Stalin, se selló el futuro político de Rumanía al quedar incluida en la órbita soviética. Con el Ejército Rojo ocupando el país, muchos funcionarios fueron sustituidos y los comunistas locales, unidos con otros partidos de izquierdas en el nuevo Frente Nacional Democrático, progresivamente empezaron a imponer su presencia en las instituciones del país, muy por encima de su representación política real.
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