La Pascua en Bucovina: celebraciones de fin de Pascua (VII)
El final de la Pascua se celebra con una gran mesa festiva que reúne a toda la familia, desde los más ancianos a los más jóvenes.
La mesa está espléndidamente servida, con aperitivos, sopas, carne a la brasa, especialmente de cordero, el típico sarmale (carne picada y arroz envueltos en hojas de col), dulces y bebidas, incluyendo algunas bebidas alcohólicas. La comida se abre cuando el más viejo choca un huevo pintado contra otro que tiene su esposa, mientras le dice “Christos a înviat!” Después, repetirá el choque y la invocación con el resto de los presentes y todos ellos comerán su huevo antes de probar el resto de los manjares. La comida familiar siempre es un motivo de alegría, dejando atrás la solemnidad de las celebraciones religiosas y los rigores del invierno.
Por la tarde, se celebra en la iglesia una última ceremonia de agradecimiento, denominada Vecernia, a la que muchos paisanos asisten vestidos con sus trajes populares. Mientras, los más pequeños de la casa visitan a sus vecinos y, al grito de “Christos a înviat!”, son obsequiados con más huevos pintados con los que jugarán “a chocar”.
El Domingo de Resurrección termina en familia, con tranquilidad y descanso (liniște și odihna), y hasta tres días después no se reanudan las tareas del campo.
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