Mihai Eminescu
Así como los españoles loamos a Cervantes, los italianos a Dante, los ingleses a Shakespeare, los franceses a Moliere y los rusos a Pushkin, los rumanos consideran que su más glorioso representante literario es Mihai Eminescu.
Mihai nació en Ipoteşti (Botoşani), el 15 de enero de 1850, siendo el séptimo de los once hijos del matrimonio formado por Gheorghe Eminovici, un cultivado administrador de fincas, y Raluca Iurăscu, descendiente de una antigua familia aristocrática moldava.
Entre 1858 y 1866, Mihai asistió a la escuela en Cernăuţi – entonces capital de la Bucovina austríaca, hoy en tierras ucranianas -, donde tras la muerte de su profesor de rumano, junto a sus compañeros, publicó su primera obra, un librito titulado Lăcrămioarele invăţăceilor gimnaziaşti (Las lágrimas de los estudiantes del Instituto) para el que escribió el solemne poema La mormântul lui Aron Pumnul (A la tumba de Aron Pumnul). En 1866, el eminente académico Iosif Vulcan incluyó su poema De-aş avea (Si tuviera) en la revista literaria Familia, cambiándole el excesivamente eslavo sufijo –ici de su apellido por el más rumano, -escu, de modo que a partir de entonces se le conocería como Mihai Eminescu.
Entre 1866 y 1869, Eminescu viajó desde Cernăuţi hasta Bucarest, recorriendo las regiones históricas de la futura Rumanía – por entonces, Transilvania pertenecía a Hungría y Moldavia y Valaquia eran dos principados unidos pero sometidos al Imperio Otomano -, empapándose de las tradiciones y costumbres rumanas, de las diferentes hablas del rumano y de los problemas de un pueblo dividido, lo que despertó en él un profundo sentimiento nacionalista que reflejó en poemas como Ce-ţi doresc eu ţie, dulce Românie (Que deseo para ti, dulce Rumanía). Durante esos años, trabajó como apuntador y copista en la compañía de teatro del dramaturgo Iorgu Caragiale y, más tarde, en la del actor y director Mihail Pascaly, gracias al cual consiguió un empleo en el Teatro Nacional, donde conoció al célebre escritor y periodista Ion Luca Caragiale. Siguió publicando en Familia, escribió poesías, dramas como Mira e incluso intentó escribir alguna novela que quedó inacabada.
En 1869, fundó con otros jóvenes escritores el círculo literario Orientul (El Oriente), uno de cuyos principales propósitos era recopilar cuentos y poesías populares así como documentos concernientes a la historia y la literatura de Rumanía. Durante el verano de ese año, paseando por el parque Cismigiu, Mihai se encontró casualmente con su hermano Iorgu, oficial en el ejército rumano, quien le convenció para visitar a sus padres durante su siguiente gira por el norte del país. Una vez allí, su padre le prometió dinero para estudiar en Viena, donde se habían trasladado la mayoría de sus antiguos compañeros de Cernăuţi, por lo que en octubre de 1869 entró en la Facultad de Filosofía de la capital austríaca.
En Viena, Eminescu conoció al escritor Ioan Slavici y, junto a otros estudiantes rumanos de Transilvania y Bucovina, entró en la sociedad estudiantil România junǎ (La joven Rumanía). Durante sus años universitarios, Mihai leyó a Confucio, Spinoza, Hegel, Schopenhauer, Schiller, Kant y muchos otros autores universales cuyos conocimientos reflejó tanto en sus obras literarias como en sus artículos periodísticos. En 1872, se inscribió en la Universidad de Berlín, donde completó su formación, sin embargo, a pesar de los consejos de su familia y sus amigos – entre los que destacaba el crítico literario y ministro de Cultos e Instrucción Pública, Titu Maiorescu -, se negó a obtener ningún diploma influenciado, sin duda, por las corrientes románticas.
Durante esos años, Eminescu defendió con pasión la necesidad de unión cultural y política de todos los rumanos – incluidos los de Transilvania -, llegando incluso a redactar un ensayo sobre el desarrollo económico del nuevo Estado rumano, establecido en 1859 por Alexandru Ion Cuza y gobernado desde 1866 por el príncipe Carol I.
En 1874, Eminescu regresó a Rumanía, trabajando como en Iaşi como director de la Biblioteca Regional y como redactor del periódico Curierul de Iaşi. Hasta 1877, siguió publicando sus obras en la revista Convorbiri literare (Conversaciónes Literarias) y trabó amistad con Ion Creangă, uno de los cuatro autores clásicos de la literatura rumana. En 1877 se trasladó a Bucarest, donde hasta 1883 fue redactor-jefe del periódico Timpul (El Tiempo), el periódico oficial del Partido Conservador, de que Eminescu formaba parte. Su intensa actividad periodística de esos años, así como la redacción de sus poemas más significativos - Scrisori (Cartas) y Luceafărul (El lucero) - debilitaron su salud física y psíquica hasta el punto que, en 1883, cayó gravemente enfermo y fue ingresado en un hospital. Con diversos altibajos, Eminescu fue de sanatorio en sanatorio (Viena, Odessa, Monasterio de Neamț) hasta que falleció en Bucarest en junio de 1889.
Sobre sus últimos años de vida, existe también una versión conspirativa que defiende que el poeta cayó víctima de un complot político orquestado por aquellos que habían sido acusados de corrupción desde su periódico y por los que recelaban de su supuesta actividad en una sociedad secreta que luchaba por la liberación de Transilvania de la ocupación austro-húngara y por la unión de todos los rumanos en un solo Estado.
Mihai Eminescu fue, sin duda, la principal voz poética de la literatura rumana, un artista influenciado por el Romanticismo europeo de los siglos XVIII y XIX que lideró un tardío Romanticismo rumano impregnado de interés por el pasado, de pasión por la historia nacional, de nostalgia de la niñez, de melancolía y de exaltación de la naturaleza.
La tumba de Mihai Eminescu, en la que nunca faltan flores, puede visitarse hoy en el Cementerio de Bellu de Bucarest.
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