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Bucarestinos

Una báscula interbélica

Una báscula interbélica

El pasado domingo hice un nuevo descubrimiento. El parque Cismigiu, donde habíamos ido a pasar la mañana con los enanos, alberga los tres últimos ejemplares de básculas públicas de la ciudad. Una de ellas, la que se cruzó en nuestro camino, se colocó allí hace más de 70 años y a lo largo de su vida ha funcionado con hasta 10 tipos de moneda distintos, incluidos los actuales 50 bani pues todavía revela el peso de quien tenga curiosidad por saberlo. Fue testigo del animado Bucarest interbélico, de las bombas de los aliados y de la Luftwaffe, del exilio del rey Mihai, del ascenso del comunismo y de su caída y recibió igual de impasible la democracia pues las básculas no entienden de política.

Esta báscula es un modelo de la empresa alemana Sielaff, fundada a finales del siglo XIX cerca de Berlín por el ingeniero Max Sielaff, que patentó en Europa las primeras máquinas que funcionaban con monedas (básculas, cajas de música, máquinas expendedoras de chocolatinas, etc.). Hasta tal punto fueron populares estas máquinas que el conocido fotógrafo del período interbélico, Nicolae Ionescu, tomó en los años 20 esta curiosa fotografía en la Piaţa Sf Gheorghe, en el centro de la ciudad, donde además de otra báscula por aquel entonces existía también una tienda que llevaba el nombre de Matilda (clickar para ver en detalle).

101005_Báscula bucarestina

Según la web de la empresa Sielaff, este modelo podría tener unos 100 años de antigüedad, lo que la convertiría en una pieza de museo que, como tantas otras joyas de la ciudad, corre el peligro de degradarse hasta ser irrecuperable.

4 comentarios

AMA Gloria -

Tú siempre al día, presente, pasado y futuro.

Ana, hermana, tia y amiga!!! -

Que curioso!!! Y lo de la tienda que se llamaba Matilda todavía le aporta más curiosidad al tema!!!

Luis. -

Magnífica entrada.

Deluxe -

Qué interesante. Si había colas y todo en los viejos tiempos jaja. Aunque parece que las mujeres lo hacían más en secreto...