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Orient Express

Orient Express

Como todo lector de Agatha Christie que se precie, escuchar el nombre del Orient Express me remueve algo dentro. En mi post del pasado 2 de febrero (Visita al Museo del Ferrocarril Rumano) mencioné que el famoso tren había dejado de dar su exclusivo servicio, sin embargo, hoy me alegro de poder confirmar que estaba equivocado. El Orient Express sigue vivo y todavía une las ciudades de París y Estambul a través de Bucarest una vez al año.

 

Hubo un tiempo en que no existían los vuelos low cost y que cruzar Europa era casi una aventura surcada de paisajes magníficos y pueblos extraños. A mediados del siglo XIX, el belga Georges Nagelmackers imaginó un viaje en tren hasta los confines del continente y tuvo la osadía de fundar la Compagnie Internationale des Wagons-Lits años después conocida como Orient Express.

 

El 5 de junio de 1883, los vagones del mítico tren alojaron por primera vez a príncipes, aristócratas, empresarios y a algún aventurero y juntos contemplaron el corazón de Europa a través de las ventanillas de sus compartimentos, desde París hasta Viena. Pocos meses después, la ruta se amplió y los viajeros pudieron viajar hasta Giurgiu, en la frontera entre Rumania y Bulgaría, desde donde cruzaban el Danubio y tomaban otro tren hasta el puerto de Varna para allí embarcarse hasta Estambul, que por entonces todavía conservaba el legendario nombre de Constantinopla. No fue hasta el 1 de Junio de 1889 cuando el Orient Express realizó el primer viaje directo entre París y Estambul. Reyes y monarcas utilizaron el Orient Express en sus desplazamientos, entre ellos la reina-poeta Elisabeth de Rumanía (o Carmen Sylva) y el atolondrado Boris III de Bulgaria, a quien le gustaba hacer las veces de maquinista.  

 

Hoy, como entonces, los viajeros tienen a su disposición su propio mayordomo que sirve puntualmente el desayuno y el té de la tarde, que se encarga de las formalidades aduaneras y que prepara con esmero el camarote en estilo Art Decó con madera de caoba para acogerlos por la noche. El viajero, además, puede disfrutar de la gastronomía en los tres vagones restaurante, donde la comida se sirve a la vieja usanza y se respetan escrupulosamente las formas.

 

Actualmente, el Orient Express une diversas ciudades a través de otras tantas rutas de forma que realiza 66 salidas anuales pasando por lugares como Londres, París, Venecia, Cracovia, Viena, Dresde, Praga, Budapest, Bucarest o Estambul, recorriendo Europa, lenta y elegantemente, como antaño.

 

Para los interesados, la próxima salida del Orient Express desde París será el 27 de agosto (http://www.orient-express.com) y viajará hasta la antigua Constantinopla con paradas en Budapest, Sinaia y Bucarest, además de breves excursiones guiadas. El trayecto dura 6 días y 5 noches y el precio por persona es de 6.580 €.

 

3 comentarios

AMA Gloria -

Si Hacienda y el entorno español lo permiten... me APUNTO.

Luis -

Además, con el «pack Agatha», te garantizan el asesinato de algún infortunado a poco de llegar a Budapest para entretener al personal durante el resto del viaje. «¿Dónde estuvo entre las diez y las once, joven?» «Pues, ya ve, aquí, en el restaurante, largando con la moza.» Se recomienda hacer el recorrido con coartada.

Mº del Mar -

Gracias por la información. para mi es ideal con tal de no coger una avión!!!!
Bss