Cementerio militar de Sinaia
La atribulada historia de Rumania durante la Segunda Guerra Mundial obliga a estudiar con detenimiento las lápidas de los cementerios militares que salpican el territorio rumano.
Desde noviembre de 1940 hasta agosto de 1944, Rumania luchó junto a la Alemania nazi. Después, tras el golpe de estado del Rey Mihai contra el Mariscal Antonescu, Rumania luchó junto a los Aliados, es decir, que cuando la puerta de un camposanto anuncia “Cementerio de los Héroes”, primero hay que situarlo cronológicamente para saber de qué héroes se está hablando.
A pocos kilómetros de Sinaia hay un par de cementerios militares seperados sólo por un muro, uno con soldados soviéticos y otro con soldados rumanos. El primero alberga decenas de tumbas, la mayoría de las cuales están sin identificar, sólo indican “Soldado desconocido”, todas ellas con lápidas simples y una estrella roja. Un monolito recuerda que todos murieron luchando con la “Alamenia hitleriana”. Sorprende las fechas de defunción, todas más allá de 1946, es decir, una vez terminada la guerra. Probablemente, muchos murieron por heridas de guerra en el Hospital Militar de Sinaia y fueron enterrados allí. El cementerio rumano tiene todas sus tumbas identificadas, aunque hay una mezcla de fechas que abarcan ambos períodos de la guerra. Las tumbas tienen una forma curiosa, algo así como romboidal, con una placa metálica con forma de casco y unos laureles cruzados, no hay signos religiosos excepto una cruz que perece haber sido añadida posteriormente.
Es curioso la cantidad de cosas que pueden leerse de un cementerio militar, incluso por qué y por quién murieron aquellos que están allí enterrados.
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ami -