Mariscal Antonescu
En un container cerca de la Academia Militar de Bucarest fotografié ayer esta pintada: Antonescu, héroe nacional. ¿Quién fue Antonescu?
Debido a los difíciles equilibrios entre nazis y soviéticos, Rumania sufrió dramáticas cesiones territoriales en verano de 1940 que sellaron el fin del régimen monárquico del rey Carol II (Rumania perdió 99.738 km² de su superficie y 6.821.000 habitantes, casi un tercio del territorio y de la población del país). Poco después, Carol II nombró a Antonescu para formar gobierno pero presionado por él, acabó abdicando en su hijo Mihai I.
El general Ion Antonescu se proclamó entonces Conducător y redujo drásticamente los poderes del nuevo rey. Aunque intentó formar un gobierno con el Partido Nacional Campsino y con el Partido Nacional Liberal, fue rechazado por éstos y acabó estableciendo un Estado nacional-legionario entre sus colaboradores y los fascistas de Horia Sima. Se instauró entonces un régimen dictatorial en el que los legionarios de Sima intentaron conquistar mayores cuotas de poder mediante acciones violentas, incluyendo el asesinato de prominentes políticos como Nicolae Iorga o Ghorghe Argeşanu.
Desbordado por los acontecimientos, Antonescu pidió ayuda a Hitler para acabar con los legionarios y éstos respondieron con una abierta rebelión entre el 21 y el 23 de enero de 1941. Con la ayuda de los alemanes, Antonescu aplastó la rebelión y formó un gobierno que cayó totalmente en los brazos de Hitler, amenazado además como estaba por la cercana Unión Soviética. En estas circunstancias, Antonescu vio una oportunidad perfecta para recuperar territorios perdidos, especialmente Besarabia (la actual República de Moldavia), así que se añadió al Pacto Tripartito y participó junto a alemanes, italianos y húngaros en la invasión de Ucrania y el sur de Rusia, hasta que fue rechazado en Stalingrado.
Viendo que la suerte del Eje cambiaba junto al Volga, el rey Mihai empezó a conspirar contra él junto a los principales líderes campesinos y liberales y en agosto de 1944 se produjo un golpe de Estado que acabó con la detención de Antonescu y su entrega a los soviéticos. En junio de 1946, moría fusilado frente a un pelotón, no sin antes gritar: “La historia me juzgará”
No debe olvidarse que el régimen de Antonescu fue culpable de la matanza de cientos de miles de judíos y de miles de gitanos aunque, por lo que se ve en la fotografía, todavía hay algunos que lo recuerdan con nostalgia, quizás suspirando por una nueva Gran Rumania. En cualquier caso, la difícil situación de Rumania durante la Segunda Guerra Mundial convierten a Antonescu en un personaje sumamente interesante.
6 comentarios
Carlos -
Escribo mi blog contrastando, con mucha calma y trabajo, todas y cada una de las informaciones que aporto, empleando fuentes serias y reconocidas en el mundo académico.
Usted sólo ha demostrado ser un impertinente, con muchos prejuicios y poca capacidad de autocrítica. Le agradeceré que deje de leer mi blog si tanto le ofende la verdad.
Por cierto, este es el último comentario de este calibre que le admito, el próximo lo eliminaré.
Gracias
emilio -
Los estranjeros deberian consultar(por lo menos en señal de respeto a este pueblo) fuentes rumanas y gente rumanos no solo fuentes de pseudorumanos que hacen la historia a su antojo. Veras que analisando mejor las cosas y con datos reales lo que intentan promover ahora no cuadra con lo que realmente ha pasado. Tantos cinentos de miles que dicen que han matado y lo que dices de cementerios por alli son anteriores o posteriores a las fechas porque son cementerios normales ni mas ni menos. No salen los numeros de tantas victimas por mucho que se intenten a desprestigiar al pueblo rumano,pero los que vienen y no conocen nada de los rumanos se creen qualquer barbaridad. Muchas tonterias he oido yo por parte de los extranjeros en general y los españoles en particular.
alexis -
alexis -
Carlos -
Efectivamente, Antonescu no entregó sus judíos a Hitler, pues el trabajo sucio se hizo en casa. A pesar de todo, también es cierto que Antonescu ayudó a acabar con la locura de los muchachos de Horia Sima, aún a costa de caer en los brazos de Hitler y de ahogar al Ejército Rumano en la batalla de Stalingrado.
radu-raul -