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Bucarestinos

¿Qué fue de los monumentos comunistas?

¿Qué fue de los monumentos comunistas?

Ya mencioné en un antiguo post el triste destino de la estatua de Lenin que, en tiempos del comunismo, se levantaba frente a la Casa Scânteii (A vueltas con Lenin, 13/11/2009). Muchos me preguntan por los monumentos que se erigieron en aquella época, normalmente de impresionante factura, y cuya ausencia en Rumania salta a la vista (por paradógico que parezca).

Mientras países como Hungría prefirieron juntar todas las estatuas en el Parque de las Estatutas de Budapest (lugar que, por cierto, recibe cientos de miles de visitas anuales), Rumania procuró eliminar toda señal de aquel régimen en tiempo récord, así que hoy resulta un interesante ejercicio para frikies como un servidor encontrar recuerdos en ferias de viejo, paredes desconchadas de antiguos edificios oficiales o kombinats en estado de descomposición (Kombinat, 15/01/2009).

Casa Poporului, el mamotreto de los Ceauşescu que hoy alberga el Parlamento Rumano, es uno de los monumentos más visitados del país, sin embargo, poco más queda que nos recuerde a la tiranía. Especialmente interesante es la estatua del dramaturgo y escritor Ion Luca Caragiale que se levanta hoy en la Plaza Maria Rosetti. En el año 1953, el escultor Constantin Baranschi presentó a concurso una estatua de Lenin poco ortodoxa pues, a diferencia de lo habitual, esta no tenía el dedo acusador extendido, sino una mano en el bolsillo y otra agarrándose la solapa de la chaqueta. Las autoridades comunistas no entendieron a ese Lenin tan campechano, así que Baranschi plantó la estatua en su jardín durante años y, finalmente, decididó decapitarla sustituyendo la cabeza de Lenin por la de Caragiale, cuyo carácter iba más con la pose del cuerpo. Tras años de moverse aquí y allá, hoy la estatua puede verse cerca de la casa donde vivió el homenajeado en Bucarest.

En Iaşi, la gran capital moldava, el monumento a los soldados soviéticos se fundió transformándose en el caballo de Miguel el Valiente, el efímero rey de la Rumania unida de principios del siglo XVII. En el Parque Carol de Bucarest, el "Momuento a los héroes de la lucha para la libertad del pueblo y de la patria, por el socialismo" ha sido vaciado de los esqueletos de los líderes del régimen, despojado de todo símbolo comunista y, sobre todo, de un nombre tan rimbombante para llamarse, simplemente, "Memorial de los Héroes de la Patria", y quedar a salvo de la piqueta. En el extremo opuesto, la Iglesia de la Santa Cruz de Oradea se levantó sobre unos cimientos hechos con los restos de todos los monumentos comunistas de la ciudad.

Mucho queda por descubrir, así que seguiremos informando.

1 comentario

Luis -

El caso de la estatua de Lenin-Caragiale es digno de una novela. Es magnífico. ¡La realidad supera la ficción!