Blogia
Bucarestinos

Y Nicusor tomó su fusil

Y Nicusor tomó su fusil

No lo tenía fácil Nicusor Dan cuando decidió enfrentarse en las urnas a los mastodontes políticos de la USL (Unión Social-Liberal) y del PDL (Partido Democrático Liberal), pues ni tenía el mismo acceso a los medios de comunicación ni mucho menos el presupuesto de campaña de sus competidores (nutrido por el latrocino constante al pueblo rumano), sin embargo, ha conseguido convertirse en la tercera fuerza política de la ciudad y un escaño como concejal en el ayuntamiento.

Desgraciadamente, la alcaldía de la ciudad permanecerá en manos del balbuceante Sorin Oprescu, aunque con Nicusor Dan, ¡por fin!, han entrado aire fresco y, sobre todo, sentido y sensibilidad (perdonen la cursilería) en el consistorio de Bucarest. Las futuras trapacerías municipales y la destrucción especulativa del patrimonio cultural encontrarán un enemigo en casa y los que apreciamos Bucarest albergamos la esperanza de que la ciudad recupere algo del antiguo esplendor que le permitió disfrutar del sobrenombre de Pequeño París

Por lo demás, los resultados oficiales publicados ayer a cuentagotas confirmaron que el PDL del presidente Basescu ha sufrido el peor descalabro electoral de su historia, resultado que agrava su situación política tras su expulsión el mes pasado del Gobierno central, después de la enésima moción de censura de la oposición al completo. Sin duda, sus severísimas y arbitrarias políticas de austeridad han pasado factura al PDL, pero principalmente la gente ha votado contra la prepotencia de Basescu, contra la rampante corrupción e incompetencia de sus ministros y, especialmente, contra Elena Udrea, Ministra de Desarrollo Regional y Turismo y principal dirigente del PDL en Bucarest, cuyo mayor mérito de los últimos meses ha sido salir enfundada en un traje de látex en la portada de una revista.

Desde un punto de vista estrictamente democrático, los contundentes resultados de la USL, que la colocan al frente de la mayoría abrumadora de los poderes provinciales y locales de Rumanía, no son una buena noticia para los sufridos ciudadanos de este país pues, teniendo en cuenta su historia reciente, la corrupción no disminuirá y es fácil deducir que esta alianza antinatura se romperá en el plazo aproximado de un año - posiblemente aguantará unos meses después de las elecciones legislativas de otoño –, dando lugar a un gobierno en minoría o a nuevas elecciones. ¡Ojalá me equivoque! 

Por mi parte, sólo puedo aplaudir la organización electoral del colegio al que asistimos a votar y la ayuda que nos ofrecieron los interventores.

En la imagen, mi DNI con la pegatina que coloca el Presidente de tu mesa electoral, una vez han votado en unas elecciones en Rumanía

0 comentarios