Humillación
La villa que hoy aparece humillada bajo este mamotreto futurista de dudoso gusto estuvo abandonada durante años. En mi camino al trabajo, la veía languidecer en una esquina, cada día más estropeada por la climatología y la basura que en ella se acumulaba.
Un día aparecieron las excavadoras y empezaron a demoler el tejado y su interior, aunque respetaron la fachada, por lo que tuve la ilusoria esperanza de que algún alma sensible la hubiese adquirido y quisiese reformarla hasta los cimientos. Después se trasladó mi oficina y la perdí de vista durante meses por lo que hasta hoy no he descubierto el estrambótico resultado de las obras.
¿Qué les espera a las decenas de villas y edificios centenarios abandonados de Bucarest? Visto lo visto, la demolición o la agresión más irreverente.
4 comentarios
Ana, hermana y amiga -
Dubi -
Aba Inma -
Realmente el arquitecto está muy perjudicado.
Luis -