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Tauromaquia

Tauromaquia

La tauromaquia es un arte documentado en Europa desde la Edad de Bronce. Existen bellos frescos en los propileos del Palacio de Cnossos, fechados hacia el 1.500 a.C., donde ya se muestran escenas de taurokathapsia. Roma también empleó los toros – más bien los uros – en espectáculos donde lo más granado de la sociedad patricia demostraba sus dotes cinegéticas frente a un público entregado. Ya en España, una crónica de 1128 confirma que en las celebraciones de la boda de Alfonso VII con Doña Berenguela la Chica, hija del Conde de Barcelona Ramón Berenguer III, “hubo también fiestas de toros”.

La evolución del pensamiento europeo desde la Edad de Bronce hasta hoy ha permitido la introducción del tan incorrecto como bienintencionado concepto de los derechos de los animales. Por mucho que les pese a los abolicionistas, los animales no tienen derechos porque no tienen obligaciones, ahora bien, el hombre sí tiene el deber de respetar a los animales.

La obligación de respetar a los animales es compatible con el arte del toreo mediante la introducción de cambios legislativos que permitan un mejor trato al toro de lidia, evitando así la prohibición de un arte secular y, por tanto, el consiguiente empobrecimiento de la cultura europea. Un ejemplo de ello lo tenemos en Portugal, donde matar al toro es una práctica prohibida desde 1928 (excepto en la localidad de Barrancos, situada en el Alentejo).

La prohibición de la lidia que votó ayer el Parlament de Catalunya constituye un paso más en el proceso de ingeniería social iniciado allí hace unos años, mediante el cual las autoridades conforman a golpe de decreto una realidad ideal mientras cierran los ojos ante un pasado incómodo y tozudo: a principios del siglo XX, debido al elevado número de aficionados, Barcelona tenía tres plazas de toros (El Torín, Las Arenas y La Monumental), siendo la única ciudad del mundo con tres recintos para practicar el toreo.

2 comentarios

Petre -

claro, claro y el PP también hace ingeniería social cuando fué el promotor de acabar con los toros en Canarias? se te ve el plumero "inginiero"

AMA Gloria -

Desgraciadamente la ingeniería social, como tu dices, yo diría la hipocresía social, lo impregna todo por estos lares (y en otros también).