Tren nocturno a Bucarest
Hasta hace poco, viajar en tren por Rumania solía ser un asunto a considerar detenidamente. Hay varios tipos de trenes según la velocidad que alcanzan y las paradas que realizan, con lo que un mismo trayecto puede ser rápido y cómodo o lento y pesado. Cuando se viaja en el tren nocturno, puedes colocarte sentado en un compartimento de seis plazas o dormir en el coche cama, pudiendo compartir tus sueños con 5 ó 3 personas más. Estas ocasiones son fantásticas para compartir charla con los lugareños, que no suelen dudar en ofrecerte vino, agua, algunas galletas o lo que tengan a mano para picar y hacer el viaje más llevadero. En una ocasión, un paisano me preguntó por Sara Montiel (quien pensaba que había pasado a mejor vida), por La Pasionaria y por Carrillo.
Si no tienes ganas de cháchara o tienes presupuesto suficiente, en el caso más lujoso puedes disponer de un camarote individual, opción que yo he elegido para volver de un viaje de trabajo de Arad a Bucarest. La distancia entre ambas ciudades es aproximadamente igual a la que hay entre Barcelona y Madrid, el trayecto duró 10 horas y me costó 53,7 €.
El camarote, forrado de madera (muy del estilo Orient Express), contaba con una cama de lo más cómoda con lamparita para leer, un par de almohadas y una couette, un armario con colgadores y un tocador con un par de botellas de agua (indispensable cuando la calefacción está demasiado alta, situación frecuente en los trenes rumanos), servilletas y toallitas refrescantes a disposición del viajero.
Durmiendo como un lirón, el recorrido se he hizo cortísimo y, teniendo en cuenta que la puntualidad fue excelente, a partir de ahora debo incluir el tren entre las opciones de transporte a según qué destinos donde llegar con avión es tarea imposible.
2 comentarios
princesa -
Guille -
Dicen que viaja en tren por los Cárpatos acompañada de su inseparable espada, ajusticiando a cuanto lugareño encuentra en el compartimento. Eso sí, antes de facturarlos al infierno les hace el amor.