El simple acto de pedir hora en el médico (en Rumania)
Hoy he tenido de nuevo una de esas conversaciones marcianas que existen sólo en éste, nuestro particular Paraíso Floston:
- Buenas tardes, tengo hora reservada con el doctor Ioan Fodor para el próximo día 24 a las 12.15 y desearía cambiarla de día.
- Inmediat! – eterna respuesta rumana que siempre debe hacerte temer lo peor - ¿para cuando desea la visita?
- Para más adelante
- Inmediat!
Silencio al otro lado de la línea, se oye a alguien teclear, exprimirse la mollera…
- Tengo hora para el día 24
- Mmmmm, le he dicho que el 24 no puedo.
- Sólo tengo hora para el día 24
- Ya, ¿no puede ser el 25?
- No
- ¿Para cuándo tiene hora?
- No puedo decírselo
- Pero, ¿qué ocurre, el doctor ya no visitará más?
- Sí visitará, pero no puedo decirle cuándo.
- ¿Y en diciembre?
- Sí, en diciembre sí
- Pero, ¿qué día?
- Sólo podré decírselo a partir del 21 de noviembre. Vuelva a llamar entonces.
- Bien, gracias. Adiós
Es decir, que en Rumania no entienden lo que es economizar el lenguaje. Este es un buen ejemplo de cómo funciona todo aquí, desde pedir cita en el médico hasta escoger un plato en un restaurante o pedirle a tu secretaria que envíe una carta, todo es lento, tedioso, inusualmente difícil…
5 comentarios
Fred -
Cristina -
Besos
Cristina
AMA -
Cesar -
Que decir,,tras nuestra conversación de hoy en vuestra casa ( rato estupendo ) esta pequeña anécdota refleja precisamente muchas de las cosas que hoy comentábamos.
Abrazo (s )
C
Aba Inma -
En Bucarest es así.