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Bucarestinos

¡De la que se han librado algunos!

¡De la que se han librado algunos!

Aunque sea políticamente incorrecto afirmarlo, estoy convencido de que algunos descerebrados no deberían tener hijos. Gracias a Dios, la ley pone cada vez más complicaciones a sus fechorías.

El artículo 84 del nuevo Código Civil de Rumanía ha establecido que para nombrar a los recién nacidos no podrán emplearse “nombres indecentes, ridículos y otros que afecten al orden público, las buenas costumbres o los intereses del niño”.

En 2010 existían en Rumanía 611 desgraciados llamados Toronegro (Bounegru), 581 Muerto (Mortu), tres Cojón (Coi), un Tonto (Prostu), varios Culo (Curu) e incluso algún Agrio (Acru). Padres institucionalizados llamaron a sus hijos Justicia (Justitia), Policía (Politia), Gendarmería (Jandarmeria), Bombero (Pompierul) y a alguna pobre niña, Ambulancia (Ambulanta). Esperando ser proféticos y que el chaval sacase a la familia de pobre, hay quien ha bautizado a su churumbel como Presidente o Ministro.

El fútbol también causa estragos por estos lares, de modo que la cantera de futbolistas ricos y famosos es también otra fuente de inspiración, destacando los Beckham, Figo y Zidane. Los más generalistas han empleado con sus vástagos el bonito nombre de Joaca-Bine (Juega bien).

Algunos rocambolescos nombres tienen incluso justificación y, de este modo, un pariente reconocía ante la prensa hace unos días: “Querían ponerle Ion pero, al verle vestido de blanco nada más nacer, pensaron que le sentaba muy bien el color y decidieron ponerle Doctor”.

Otros nombres que empleados en Rumanía y de los que deja constancia el Anuario Estadístico del país para el año 2010 son Hitler, Basura, Pezón, Paracetamol, Vitrina y Semáforo.

Curiosamente, la limitación del uso de ciertos nombres ha generado críticas entre algunos padres, que todavía guardan la esperanza de poder dar rienda suelta a su originalidad – o a su mala leche – tras escuchar a un miembro del Consejo Superior de la Magistratura afirmar que, en caso de duda, escucharán a los afectados ya que el Código Civil “no define qué significa indecente o ridículo”.

Confío en que la nueva norma limitará este despropósito y pondrá coto a padres tan extravagantes.

2 comentarios

Luis. -

Precisamente, estaba esperando la crónica de mi reportero rumano... Se me ocurre llamar a mi hijo "Etú". ;)

Mª del Mar -

Me ha parecido una lectura bastante edificante y motivadora por lo que me estoy replanteando cambiarme de nombre y llamarme... "Pezón"...o mejor Culo (curu)? Ja, ja, ja. Muy bueno