Creencias y supersticiones rumanas sobre... Iconos
Los iconos son elementos ineludibles en la sociedad rumana.
La mayor parte de las casas rumanas tienen, al menos, un icono colocado en algún espacio más o menos destacado, aunque algunas atesoran decenas de iconos distribuidos por las habitaciones, cocina incluida. A pesar de ello, estas imágenes religiosas pueden también encontrarse en bancos, en las oficinas de correos, sobre escritorios de trabajo, en intersecciones de carreteras o colgando del espejo retrovisor de un taxista además, lógicamente, de en las iglesias, que es su lugar natural.
Como no podía ser de otro modo, un elemento tan omnipresente tiene asociados multitud de creencias y supersticiones. De este modo, por ejemplo, estropear un icono supone una gran desgracia y una señal de mal agüero que, para ser evitado, debe responderse lanzando la maltrecha imagen a un curso de agua corriente.
Si la madera de un icono cruje o si cae por si solo de la pared, sin motivo aparente, señala una muerte cercana. Por otro lado, si un icono se parte, indica la peor de las suertes para los habitantes de la casa.
Muchos mendigos piden en las calles rumanas con un icono en la mano pues, según la tradición, es una manifestación de buena suerte, tanto para ellos como para quien demuestra su caridad con ellos.
De acuerdo con las costumbres funerarias rumanas, durante el velatorio de un cadáver se debe colocar un icono sobre su pecho para contener el alma del difunto durante los siguientes cuarenta días.
Pero estas imágenes no sólo se relacionan con la buena o mala suerte de sus propietarios, también pueden prever el tiempo, ya que cuando un icono milagroso tiene pequeñas gotas de agua en su superficie, revela que se acerca una tormenta.
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Luis. -