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Bucarestinos

Catedrala Mântuirii Neamului Românesc o el nuevo triunfo de la ortodoxia

Cuando los arquitectos Isidoro de Mileto y Artemio de Tralles guiaron por primera vez a Justiniano por la imponente Catedral de Santa Sofía, en Constantinopla, se dice que el emperador murmuró:

- ¡Salomón, te he vencido!

 Algo parecido estará pensando Daniel III, Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rumana, sobre Ceauşescu ante la visión del proyecto de la futura Catedrala Mântuirii Neamului Românesc (algo así como Catedral de la Salvación del Pueblo Rumano).

La idea de construir una gran catedral no es en absoluto nueva pues, poco tiempo después del final de la Primera Guerra Mundial, el arquitecto Petre Antonescu ya realizó un primer diseño que contó con el apoyo del Patriarca Miron Cristea. La llegada del comunismo en 1947 frenó en seco el proyecto que sólo resurgió en 1989, poco después de la caída del régimen, con una propuesta algo atolondrada que pretendía levantar un gran templo en el centro de la Piața Unirii, uno de los principales nudos de comunicación de Bucarest.

En los siguientes años se discutió mucho sobre el emplazamiento más adecuado para un proyecto de esta naturaleza e incluso se barajó muy seriamente destruir el Monumento a los Héroes del Comunismo del Parque Carol I, sin embargo, el entonces alcalde de la capital y hoy presidente del gobierno, Traian Băsescu, se opuso radicalmente.

De la sistemática destrucción del centro de la ciudad que desarrollaron las autoridades comunistas tras el terremoto de 1977, con el objetivo de desarrollar el faraónico proyecto estalinista de la Casa Poporului y del Bulevard Unirii, hace un par de años apenas quedaban un par de grandes espacios por edificar, uno de los cuales estaba situado a espaldas de lo que hoy se conoce como Palacio del Parlamento (nombre políticamente más correcto que Casa Poporului). Finalmente, en junio del año 2009, la Iglesia Ortodoxa Rumana anunció a bombo y platillo que el complejo catedralicio se iba a levantar precisamente en este terreno, hasta hace poco un espacio prácticamente abandonado, repleto de árboles y malas hierbas (parlamentarios a parte), sin acceso público.

A pesar del impactante anuncio, la construcción de los cimientos de la Catedral no ha empezado hasta hace pocos meses, tras una misa que reunió a la flor y nata de la Iglesia Ortodoxa nacional. El edificio de cemento armado, la mayor construcción ortodoxa de Rumanía, tendrá 120 m de altura (algo más que su vecina, la Casa Poporului, en un claro gesto de victoria sobre el comunismo), 120 m de longitud y 70 m de anchura. Construida en estilo bizantino trufado de elementos neo-rumanos, tendrá un espacio litúrgico principal con capacidad para 5.000 creyentes, dos salas polivalentes en el subsuelo, una galería de exposiciones y estará preparada para resistir un terremoto de 8,5 grados en la escala de Richter. Según su arquitecto, Constantin Amaiei, la Catedral está diseñada para permanecer en pie, al menos, 1.000 años.

El complejo catedralicio tendrá también un aparcamiento para 700 vehículos, un helipuerto y espacio suficiente para que 125.000 fieles sigan la liturgia desde el exterior a través de varias pantallas gigantes. A su alrededor, se levantarán también 4 edificios: la Casa del Apóstol Andrés, con una residencia para peregrinos religiosos, la Casa del Apóstol Pedro, para peregrinos laicos, el Centro Cultural Misionero del Apóstol Pablo y el Centro Social Médico del Apóstol Lucas, destinado a enfermos y abuelos.

Aunque inicialmente el presupuesto de la construcción se elevó a 400 millones de euros, el despacho de arquitectos responsable del diseño del complejo, Vanel Exim, afirma ahora que puede levantarse por la mitad de precio. Sea como fuere, un coste inmenso en un momento de profunda crisis económica, política y social que sufraga mayoritariamente la propia Iglesia Ortodoxa, con algunas aportaciones del Gobierno e incluso de sorprendentes donantes como el Papa Juan Pablo II, que durante su visita a Rumanía en 1999 ya donó 100.000 € para la construcción del santuario.

Para concluir, a modo de curiosidad maliciosa, hoy en Rumanía existen 18.300 iglesias y 4.700 escuelas. 

2 comentarios

AMA Gloria -

¿La megalomanía y la estulticia son infinitas?Estoy segura,mas q de q lo es el universo.

Luis -

Qué interesante, los ortodoxos rumanos ¡también tienen una Sagrada Familia! Que les sea leve.

De todos modos, 400 millones de euros sale baratito. El otro día leí que si quisiéramos levantar ahora la catedral de Chartres nos costaría la friolera de 7.000 millones de euros. No sé quién hizo el cálculo o cómo lo hizo, muchos euros me parecen. Ojalá les vaya bien.