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Bucarestinos

Marcel Iancu, pionero del movimiento moderno en Rumanía

Marcel Iancu, pionero del movimiento moderno en Rumanía

El más grande intérprete de la correlación entre la innovación arquitectónica y las artes plásticas que supuso el movimiento moderno en Rumanía fue, sin lugar a dudas, el pintor y arquitecto Marcel Incu (1895 – 1984). Iancu estudió en Zurich, donde entró en contacto con los primeros movimientos del vanguardismo europeo, contribuyendo poco después a la fundación del movimiento Dada y participando en el Cabaret Voltaire de actuaciones dadaístas junto a Tristan Tzara y Hans Arp. Tras su retorno a Rumanía en 1921, Iancu desarrolló una intensa actividad para la difusión de las ideas modernas y participó en las principales exposiciones del vanguardismo rumano que tuvieron lugar en el Palacio de las Artes de Bucarest.

marcel-iancu-arhitectul

A través de sus investigaciones y proyectos que aparecieron en las páginas de la revista de arte Contimporanul (a continuación, imagen de la portada del número 53 de la revista, publicado en 1925) y de los edificios que diseñó y construyó, Iancu estableció los inicios del Movimiento Moderno en Rumanía. Destacó, además, por su desarrollo, con igual intensidad, de sus obras arquitectónicas y pictóricas; de hecho, en casi todos sus trabajos, Iancu ensayó una síntesis con las artes plásticas a través de fachadas policromáticas o mediante originales obras de interiorismo.

Contimporanul

A partir de la segunda mitad de los años 20 y empezando con varios proyectos de residencias unifamiliares, Iancu trazó los primeros trabajos completos del Movimiento Moderno en Bucarest. Entre ellos estaba la Casa de la Calle Trinitatii (1926), la Villa Fuchs (1927) – imagen, a continuación -, la Villa Wexler (1931), la Villa Chihaescu (1931) y la Villa Reich (1936).

Villa Fuchs

Las dos primeras casas fueron el manifiesto de Iancu y la Villa Fuchs, más madura y articulada, formal y funcionalmente, inauguró una serie de cajas blancas fuertemente caracterizadas por el juego de salientes y volúmenes entrantes y por el contraste entre las líneas verticales y horizontales. El grupo sustancial de villas de esas fechas muestra cómo la estética radical de Iancu – basada en el principio de los cinco puntos de Le Corbusier – caló profundamente entre los miembros acomodados de la sociedad bucarestina. En el resultado funcional y estético de los edificios de Iancu de esa época destacan los tejados planos, las ventanas esquineras, los pisos de planta abierta, las terrazas-veranda, las ventanas del tamaño de toda la fachada que dan luz a la escalera interior, los garajes en la planta y, en general, las conexiones íntimas entre los espacios internos y externos.

Estudio volumétrico

Los espacios interiores fueron tratados con el mismo detalle que los exteriores; los elementos más utilizados fueron las puertas correderas, los muros de cristal pavés y los salones de dos plantas. Durante su trabajo en Rumanía, entre 1922 y 1941, Iancu realizó también unos 40 edificios no residenciales (a continuación, ejemplo de villa y cine diseñado en 1925 para un municipio en las montañas Bucegi).

Villa y cine

A principios de los años 40, en un ambiente de violencia fascista contra los judíos, Iancu emigró a Israel, donde renovó su estética y trabajó como profesor; en 1948  creó el la sociedad de creación artística Nuevo Horizonte y en 1967 recibió el Gran Premio Nacional de Israel. A pesar de su exilio, el activismo de Iancu y la ejemplaridad de sus trabajos influyeron enormemente en la siguiente generación de arquitectos rumanos y en su adhesión a los principios de la modernidad.

 

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