El jardín de Villa Kunterbunt
Una de los mejores rincones de Villa Kunterbunt (que así hemos bautizado a nuestra casa) es, sin duda, su jardín. Tiene varios abetos, hayas que nos recuerdan a nuestra añorada Bucovina (nombre de origen eslavo, cuya etimología proviene de la palabra "buko" - haya, бук, "buk" en ucraniano -, y que significa País de las hayas), un par de rosales y algunas flores desconocidas, aunque el tiempo de abandono le ha pasado factura y ahora necesita un buen repaso.
Como complementos tiene una barbacoa que pronto entrará en funcionamiento, una pérgola donde pasar las horas al fresco comiendo, leyendo o echando la siesta, y una espantosa fuente de cartón piedra que simula ser de pura roca y que en funcionamiento, seguramente, nos ofrecerá una paupérrima cascada. Por ahora sólo tiene agua verde estancada y algún ser vivo innombrable en sus profundidades.
Aunque se acerca el otoño, pronto le daremos un repaso general, le pondremos algo de césped, más flores, intentaremos eliminar la fuente y lo acondicionaremos con una pequeña piscina para los enanos, para mientras dure este sofocante calor de Bucarest. De momento, juegan con un tren hinchable lleno de bolas.
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Aba Inma -