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Iancu de Hunedoara en el teatro clásico español del Siglo de Oro

Iancu de Hunedoara en el teatro clásico español del Siglo de Oro

El Teatro Clásico español se desarrolló entre los siglos XVI y XVIII a través de unas 10.000 obras, aunque vivió su cénit en la primera mitad del siglo XVII, de la mano de autores como Lope de Vega, Pedro Calderón de la Barca, Tirso de Molina y muchos otros.

Tan enorme producción fue la respuesta a la gran demanda del público español de la época, siempre ávido de novedades, por lo que los dramaturgos se sirvieron de una amplísima variedad de temas para satisfacerlo, introduciendo en sus piezas cuestiones históricas, mitológicas, literarias, religiosas, políticas, folclóricas, etc.

Muchos personajes históricos, tanto españoles como extranjeros, formaron parte de algunos de los dramas del Teatro Clásico, desde el Cid al emperador Carlos I de España y desde el rey Francisco I de Francia hasta la reina Juana de Nápoles o el príncipe ruso Demetrio, hijo de Iván IV el Terrible. Entre todos ellos, destaca el voivoda de Transilvania y regente de Hungría, Iancu de Hunedoara, cuyas victorias sobre los turcos le valieron una gran popularidad en toda Europa a mediados del siglo XV, hasta el punto que los archivos municipales de Girona dan fe de una celebración popular callejera para celebrar su victoria en la batalla de Belgrado de 1456.

El primero en escribir de forma laudatoria sobre Iancu de Hunedoara fue el humanista e historiador español, Pedro Mejía (1497 – 1551) que, años después de su triunfo en Belgrado, todavía recordaba su impacto entre los europeos. El mismísimo Lope de Vega (1562 – 1635) publicó en 1625 la obra titulada El rey sin reino, sobre las turbulencias y el estado anárquico que vivió Hungría durante la regencia de Iancu de Hunedoara y hasta la coronación como rey de su hijo, Matías Corvino (1457). Otro dramaturgo, Antonio de Zamora (1665 – 1727), escribió la comedia El custodio de Hungría, San Juan Capistrano, sobre la regencia del voivoda válaco, su triunfo sobre los turcos en la batalla de Belgrado y la ayuda que recibió del fraile italiano, Juan Capistrano, que encabezó una hueste de campesinos húngaros contra los infieles.

No hay duda que Iancu de Hunedoara, voivoda medieval que se enfrentó y venció al infiel, dejó una profunda huella tanto en sus contemporáneos como en los europeos del Renacimiento y, entre todos ellos, los españoles, que aplaudieron sus gestas en los Corrales de Comedias durante siglos.

Debo toda la información contenida en esta entrada a la excelente historiadora e investigadora Oana Sâmbrian, autora del interesantísimo libro Historia ornata. La construcción de la (ir)realidad en el teatro histórico español en el Siglo de Oro.

Encabezando este texto, una imagen del Corral de Comedias de Almagro, construido en 1628, perfectamente conservado y en el que anualmente se celebra el prestigioso Festival de Teatro Clásico de Almagro.

2 comentarios

Oana Sambrian -

Agradezco las elogiosas palabras. De lo que una se entera cuando hace autobúsqueda en google. Gracias de nuevo y saludos desde Madrid

Luis. -

¡Bravo! Es una manera muy original de examinar el teatro español clásico. Chéspir (que se pronuncia Shakespeare) tenía una envidia que se moría, seguro.