Blogia
Bucarestinos

El día que Budapest fue una ciudad rumana

El día que Budapest fue una ciudad rumana

Tras el desplome de Austria-Hungría en la Primera Guerra Mundial se produjo un severo retroceso de las fronteras húngaras, la monarquía fue sustituida por un sistema republicano y, durante unos meses, surgió una República de los Consejos obreros, uno de los puntos culminantes de la oleada revolucionaria que sacudía a Europa desde 1917.

En noviembre de 1918, en un ambiente de derrota, huelgas y de creación de Consejos obreros en la fábricas de Budapest, la izquierda liberal y el Partido Socialista accedieron al poder, proclamaron la República y nombraron al líder del Partido Radical, conde Mihály Károlyi, presidente provisional. El conde convocó elecciones a una Asamblea Constituyente e intentó realizar una reforma fiscal y otra agraria con el objetivo de repartir los latifundios entre los campesinos pobres, pero los latifundistas se opusieron y la burocracia estatal fue incapaz de aplicar la reforma, lo que produjo, en consecuencia, un desabastecimiento generalizado en las ciudades que derivó en un profundo descontento entre la población.

El socialismo húngaro se hallaba profundamente dividido desde que su corriente mayoritaria había apoyado en 1914 la causa belicista. La presencia de sus miembros en el Gobierno de Károlyi provocó el rechazo de la izquierda más revolucionaria. En noviembre de 1918 se creó el Partido Comunista, a cuyo frente estaba Bela Kun, un judío transilvano formado ideológicamente en Rusia. Kun y sus colaboradores se dedicaron a la agitar a la población y a acosar a los socialdemócratas, por lo que en febrero de 1919 fueron detenidos.

Tras las pérdidas territoriales causadas por su derrota en la guerra, Hungría se enfrentaba además a las exigencias rumanas de cesión de una amplia franja de llanura húngara que incluía ciudades como Debreczen y Szeged. A finales de marzo, la amenaza de un ataque rumano coincidió con la rebelión del Consejo de los Soldados de Budapest  y con la reclamación de una dictadura del proletariado por parte del Congreso de Consejos Obreros, por lo que el impotente Gobierno de Károlyi dimitió. Kun y los demás dirigentes del PC salieron de la cárcel para hacerse cargo del poder de modo que comunistas y socialistas confluyeron en el Partido Socialista Unificado de Hungría y formaron un gobierno presidido por Sándor Garbai, mayoritariamente integrado por comunistas.

Durante los siguientes 5 meses de dictadura de los Consejos se siguió un programa estrictamente leninista. Se nacionalizaron bancos y empresas y se puso a un comisario gubernamental al frente, los soviets municipales controlaron la producción y distribución de alimentos (acabando con el comercio privado), se otorgó el voto a las mujeres, se legalizó el aborto y se multiplicó la construcción de escuelas. En otro orden de cosas, se anunció la colectivización de la propiedad agraria lo que, unido a la política anticlerical, provocó la oposición de una gran masa de pequeños campesinos católicos que acabaron apoyando a las fuerzas contrarrevolucionarias.

El régimen de los Consejos puso en alarma a los gobiernos de derechas de Europa así que, en mayo de ese mismo año, los gobiernos de Praga y Bucarest acordaron intervenir militarmente para acabar con los comunistas húngaros. El ataque fue un fracaso, los rumanos fueron detenidos en el Tisza y los checoslovacos acabaron derrotados.

Mientras, en Szeged, las fuerzas conservadoras y monárquicas lideradas por el almirante Miklós Horthy se habían estado preparando contra los comunistas de modo que, unidas al ejército rumano, en julio obtuvieron una victoria sobre el Ejército húngaro. El 1 de agosto los rumanos entraron en Budapest (en la imagen, tropas rumanas entrando en la capital húngara) y hasta finales de año ocuparon todo el país. Poco después, Horthy llegó a la capital al frente de su ejército contrarrevolucionario e instauró la Monarquía, con el archiduque húngaro José Augusto como regente. En los meses siguientes, se desató una ola represiva contra la izquierda, aunque la mayoría de los comunistas habían alcanzado ya el territorio soviético.

En junio de 1920, el Tratado de Trianón confirmó la drástica reducción del territorio de Hungría (incluida Transilvania, cedida a Rumanía), que para entonces era una Monarquía sin rey – pues los Habsburgo estaban vetados por los aliados – con el almirante Horhty como gobernador designado por la Asamblea Nacional y con un régimen conservador y profundamente represivo.

 

1 comentario

roc -

Un hecho que desconocia,suena raro esto,Budapesta.....con lo nacionalistas que son los hunos.
Es tambien interesante que publiques lo de los fondos guvernamentales que destina Hungria para desprestigiar Rumania a nivel internacional,que es Hungria el unico pais del mundo que practica este tipo de desinformacion con todo el descaro del mundo.