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Bucarestinos

Costumbres y tradiciones

Casquería

Casquería

Paseaba ayer por el supermercado cuando me llamó la atención una caja en la que un pavo de aspecto aventurero se anunciaba junto a la palabra “PENES”.

-         ¿Qué clase de depravada gastronomía cocina los aparatos reproductores de unos pavos? – pensé sin detenerme demasiado en lo que contenía el recipiente.

Desconcertado y aún sin saber demasiado de anatomía aviar, miré con atención el interior de la caja y comprobé más tranquilo que se trataba sólo de un montón de corazones de otros tantos bichos plumíferos.

Hay que tener poco corazón para comerse el susodicho de un pavo, especialmente cuando lo ves ahí, sonriente, con el pecho henchido de orgullo, vestido de Davy Crockett, sombrero de piel y escopeta incluidos.

Contra el resfriado: aliño de pies

Contra el resfriado: aliño de pies

El brusco cambio de tiempo nos ha pillado a la mayoría por sorpresa así que, quien más quien menos, tiene encima una buena gripe, le duelen los huesos o tose sin parar.

En estas circunstancias, en cualquier conversación afloran los remedios caseros que se han demostrado infalibles en ocasiones parecidas. Hoy, en una charla de café, ha surgido el mejor remedio para combatir el aumento de temperatura de un niño resfriado: se hace una disolución de vinagre y agua, se sumergen unos calcetines limpios de la criatura - ¿qué más dará?, me he preguntado después – y se le ponen en los pies el tiempo suficiente para que baje la fiebre. Según dicen, el hedor a vinagre mata las bacterias del habitáculo donde se encuentra el infortunado chaval y la temperatura escapa a través de sus pies helados.

He asentido circunspecto a toda la conversación e incluso he compartido los argumentos de un par de madres valedoras de tan insólito remedio, sin embargo, en caso necesario no pienso aplicarlo a ninguno de mis hijos pues, aún a riesgo de que me llamen aprensivo, sigo confiando más en la química fina.