El comercio catalano-aragonés en el Mar Negro durante los siglos XIII y XIV
Tras la muerte de Pedro II en la batalla de Muret (1213), el reino de Aragón abandonó su política de influencia en el sur de Francia y se orientó hacia el Mediterráneo. A partir de la segunda mitad del siglo XIII, durante el reinado de Jaime I de Aragón (1213 – 1276), tras las conquistas en Valencia y Baleares, el Mediterráneo se convirtió en una nueva vía de expansión para los catalano-aragoneses, situación reforzada por el desarrollo comercial de Cataluña gracias a una incipiente burguesía.
El primer paso en este sentido, la ocupación de Sicilia, lo dio en 1282 el sucesor de Jaime I, el rey Pedro III de Aragón (1276 – 1285). Casado con la heredera de Manfredo I de Sicilia, Constanza de Hohenstaufen, reclamó el trono de la isla frente al rey coronado por el papa, Carlos I de Anjou, vasallo además del Pontífice. Tras un breve conflicto, Pedro III consiguió ser coronado rey de Sicilia lo que inmediatamente lo enfrentó a la Santa Sede y el rey de Francia e incluso provocó un fracasado intento de invasión del principado de Cataluña en forma de cruzada. Más tarde, añadió a sus territorios las islas de Córcega y Cerdeña. Desde bases tan potentes en el Mediterráneo occidental, los comerciantes catalano-aragoneses iniciaron su expansión hacia Oriente.
Los primeros asientos comerciales occidentales en el Mar Negro no fueron establecidos por genoveses y venecianos hasta principios del siglo XIII, pues el Imperio Bizantino había controlado celosamente la región hasta ese momento. Tras la Cuarta Cruzada, auspiciada por Venecia y que culminó con la primera toma de Constantinopla (1204), el gobierno latino de Bizancio permitió el establecimiento de bases comerciales en el Mar Negro, beneficiando especialmente a Venecia. La ayuda genovesa para la recuperación de Constantinopla en 1261 cambió la política proveneciana por otra progenovesa. Sea como fuere, con bastantes dificultades debido a la presencia de los mongoles, se instalaron varias bases comerciales de ambas ciudades en la costa del Mar Negro, aunque hasta 1315 no existió un comercio completamente asentado en la zona.
Una de las primeras naves catalanas que surcaron el Mar Negro fue la San Julià, comandada por Bartomeu de Llovell, en 1289. Cabe decir que los catalano-aragoneses no crearon sus propias centros comerciales pero emplearon, sobre todo, los fundados por los genoveses. Los comerciantes eran principalmente barceloneses o mallorquines y comerciaban con vino, joyas y esclavos asiáticos aunque, al cancelarse el comercio de esclavos, el interés por la zona decayó pues los productos podían encontrarse y venderse en mercados más cercanos.
Algunas bases se instalaron en el bajo Danubio para comerciar con productos locales. En estas centros y en otros del Mar Negro se instalaron comerciantes de la Corona de Aragón, Montpellier y Provenza, donde se creó una cierta organización político-económica. Detrás de los mercaderes llegaron también grupos de religiosos, varios médicos e incluso algún embajador enviado por la corona de Aragón. A pesar de todo, no es posible afirmar que la llegada de catalanes y mallorquines al Mar Negro fue la respuesta a una deliberada política real sino sólo el producto de iniciativas particulares.
La etapa de máximo esplendor del comercio occidental en el Mar Negro se extendió en 1313 y 1343, durante la llamada Pax Mongólica, permitiendo la tranquilidad en las rutas comerciales entre China y el norte del Mar Negro. La presencia catalana en la zona terminó cuando los tártaros de Tamerlán aparecieron en escena, a finales del siglo XIV.
4 comentarios
Eduardo -
Durante los siglos XIII y XIV la Corona de Aragón es referida como "Corona regni Aragonum", "Corona Regum Aragoniae", "Corona Aragonum" o "Corona Regia". Si bien los territorios de Cataluña y Valencia fueron los más emprendedores y ricos de la Corona, la invención de "Corona catalo-aragonesa" sólo persigue un objetivo político actualmente que, si bien es de todo punto de vista lícito (lo dice alguien que no se siente nacionalista de ningún tipo y al que la hipotética independencia de Cataluña si lo quieren sus ciudadanos me parecería perfecta)es desde el punto de vista histórico una INVENCIÓN.
Carlos -
En referencia a tu consulta, sigo pensando que Cotroceni es el mejor barrio de Bucarest para vivir, con comunicaciones fáciles y rápidas al centro (metro y bus), supermercados y grandes centros comerciales muy cerca de cualquier punto del barrio. La mayor parte de extranjeros viven en Herastrau o en Pipera pero, desde mi punto de vista, ambos barrios están demasiado aislados (especialmente, Pipera) y necesitas coger el coche para cualquier cosa.
El tráfico en Bucarest es bastante complicado, aunque desde Cotroceni hasta el Piata Victoriei, incluso en hora punta, no se tarda más de 10-15 minutos gracias al puente de Basarab.
Los precios de los apartamentos o las villas son ahora algo más asequibles que hace unos años aunque, en el segundo caso, si queréis tener jardín (aunque sea pequeñito), hay que prepararse para pagar más de 1.200 mensuales de alquiler.
Luis. -
Angela -
Somos una familia franco-Colombiana y estamos buscando una casa para vivir. Me recomendarias el barrio que escogiste? Que tal el trafico hacia la piata Victorie y el centro? Gracias por vuestra opinion. Angela