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Corneliu Coposu

Corneliu Coposu

Tras el ábside de la iglesia Kretzulescu y justo frente a la estatua a Iuliu Maniu, en la Plaza de la Revolución, se levanta el busto de Corneliu Coposu. Su ubicación no es casual pues Coposu fue uno de tantos encarcelados por el régimen comunista y tuvo el honor de ser el secretario de Iuliu Maniu, del que estará eternamente separado sólo por Calea Victoriei.

 

Coposu nació en Bobota, un pueblo de Transilvania durante los últimos años del gobierno austro-húngaro (1914). Estudió Derecho y Económicas en la Universidad de Cluj, donde se involucró políticamente con el Partido Nacional Campesino y especialmente con Iuliu Maniu, uno de los artífices de la unión de Transilvania con Rumania tras la Primera Guerra Mundial.

 

Durante el régimen fascista de Antonescu, Coposu se vio obligado a vivir en la clandestinidad y ya empezada la Segunda Guerra Mundial participó en las negociaciones con Inglaterra para que Rumania abandonase a las potencias del Eje y se uniese a los Aliados. Tras el golpe de Estado del rey Mihai contra Antonescu, Coposu alcanzó la subsecretaría del Partido Nacional Campesino desde donde organizó el partido como primera fuerza opositora de los comunistas de Petru Groza antes de las elecciones generales de 1946.

 

Haciendo gala de lo que los comunistas entienden por buena lid democrática, en julio de 1947 lo detuvieron junto al resto de los líderes del Partido Nacional Campesino cuando intentaba huir del país hacia Occidente. Sin juicio alguno, estuvo 9 años en arresto preventivo y en 1956 fue condenado a cadena perpetua por “alta traición contra la clase trabajadora” y por “crímenes contra las reformas sociales” (aunque suene rocambolesco, cito textualmente a la acusación). Hasta 1962 estuvo recluido en régimen de aislamiento en la prisión de Râmnicu Sărat y finalmente, tras 17 años de reclusión, fue liberado en abril de 1962. Tras salir de prisión, fue empleado como obrero no calificado en un taller de carpintería mecánica.

 

El 22 de diciembre de 1989, durante la Revolución, leyó el manifiesto que devolvió a su partido a la legalidad, rebautizado como Partido Nacional Campesino Cristiano Demócrata. Desde entonces, Coposu se convirtió en la principal voz de la oposición al Frente de Salvación Nacional de Ion Iliescu lo que casi le costó la vida durante la mineriada de 1990.

 

Coposu apoyó siempre el retorno de la monarquía de manos de Mihai I y personalmente promocionó a Emil Constantinescu hasta el puesto de Presidente de Rumania. Murió en Bucarest en 1995 tras un largo cáncer y a su entierro en el cementerio Bellu asistieron unas 100.000 personas.

 

Valga este breve post como homenaje a un hombre que, junto a su colega Iuliu Maniu, trabajó incansable para reinstaurar un verdadero régimen democrático en Rumania.

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