Bloques
Inicialmente fueron una buena idea. Viviendas modernas con ascensor, agua corriente y calefacción centralizada durante todo el año y para todo el mundo. No hay duda que parte del sueño comunista se materializó con su construcción. Torres prefabricadas de cemento se alzaron a las afueras y en el centro de Bucarest y el proletariado ocupó flamantes apartamentos que nunca ante pudo ni soñar.
Pero los años han pasado y los bloques siguen ahí, aunque ahora ya no son aquellas estructuras de ensueño. Ahora son una plaga gris que asola la ciudad, estropea su paisaje y esconde las joyas arquitectónicas que aún resisten a una descabellada política urbanística.
Os adjunto algunas fotografías que ilustran el urbanismo marxista de los años 60 en Bucarest. En dos de ellas se ve la plaza que se abre a espaldas del antiguo Palacio Real, con la Sala Palatului a la izquierda. En la otra, una imagen de bloques recién construidos situados en la calle 1 Mai.
“Trăiască 23 August” (¡Viva el 23 de agosto!) hace referencia a la entrada del Ejército Rojo en Bucarest el 23 de agosto de 1944, Día de la Liberación en la época comunista; la postal es un recuerdo sindical que felicita a los trabajadores por su labor y les desea futuros éxitos.
Valgan estas fotografías para recordar que, en su momento, los bloques que hoy afean Bucarest tuvieron buenos momentos y que, con un poco de esfuerzo, mantenimiento y una capa de pintura blanca podrían recuperar.
3 comentarios
Carlos -
Luis -
Aba Inma -
¿Tu crees que serán capaces de adecentarlo aunque sea con una capa de pintura blanca?.
Yo lo dudo.