Busto de Mustafá Kemal Atatürk
Frente al Teatro Odeon y al Hotel Majestic de Bucarest se levanta un busto en recuerdo a Mustafa Kemal Atatürk, curioso homenaje teniendo en cuenta las difíciles relaciones que han tenido Rumania y la Sublime Puerta durante siglos. A pesar de todo, entiendo el gesto pues Atatürk es, sin lugar a dudas, uno de los personajes más influyentes de esta parte del continente y, especialmente, de los movimientos democráticos y secularizadores del mundo islámico.
Gazi Mustafa Kemal Paşa nació en 1881 y su carrera pública empezó como oficial del ejército turco y destacado estadista en la Batalla de Gallípoli de la Primera Guerra Mundial. A pesar de sus esfuerzos, los males endémicos del decadente Imperio Otomano lo arrastraron a la derrota, viéndose inmediatamente amenazado por las amenazas aliadas de desmembración. En estas circunstancias, Mustafa Kemal lideró el Movimiento Nacional Turco y dirigió hábilmente la Guerra de Independencia Turca (Kurtuluş Savaşı) que culminó con el establecimiento de la República de Turquía.
Como presidente de la República, Mustafa Kemal introdujo reformas de gran alcance que dejaron atrás el anquilosado sistema imperial y permitieron establecer un estado laico, moderno y democrático que dejó de ser una amenaza para los países balcánicos (de ahí el reconocimiento que supone este busto en un lugar tan destacado). Posiblemente no existiría siquiera el debate de la integración de Turquía en la UE sin la extraordinaria intervención de Mustafa Kemal. A pesar de ello, contrariamente a que ocurrió en tantos países europeos (como España), el Ejército turco sigue siendo el garante de la herencia democrática y secular del sistema kemalista, cosa que lastra su política y sus posibilidades de ingreso en la Unión.
Atatürk significa Padre de los Turcos y fue el sobrenombre que la Gran Asamblea Nacional Turca dio a Mustafa Kemal en noviembre de 1934, como reconocimiento a su ingente labor.
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Ana TyA -