Puesto de francotirador
Volviendo a los ecos de la Revolución, detrás del Hotel Novotel, en Calea Victoriei, precisamente muy cerca del Palacio de los Teléfonos, se observa lo que fue uno de los puestos de francotirador que aterrorizaron a la población civil los días posteriores a la huida del dictador.
Por lo impactos de bala que rodean el ventanuco desde donde el tirador disparaba, el terrorista fue descubierto y su fuego respondido. Utilizo la expresión terrorista pues fue el término que se acuñó durante esos días.
Todavía hoy persiste el misterio sobre quiénes fueron esos terroristas. Fusilado Ceauşescu y su mujer, tomó el poder el Frente de Salvación Nacional encabezado por Ion Iliescu. Durante los últimos tiempos del régimen comunista, Iliescu había caído en desgracia, sin embargo, durante mucho tiempo fue considerado el heredero natural del tirano. Casualmente, cuando las aguas volvieron a su cauce tras la Revolución, Iliescu se convirtió en Presidente de Rumania en tres legislaturas.
De la lectura del libro de Peter Siani-Davies, The Romanian Revolution of December 1989, y de las conversaciones con algunos amigos rumanos, todo me lleva a pensar en un golpe de palacio disfrazado de Revolución, aunque con terroristas convenientemente empleados para que la revuelta no barriese a todos los antiguos miembros de la Nomenklatura rumana, Iliescu incluido.
0 comentarios