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Bucarestinos

La gira de Franz Liszt por los Principados rumanos

La gira de Franz Liszt por los Principados rumanos

Este año se cumple el 200 aniversario del nacimiento del pianista y compositor, Franz Liszt (1811 – 1886), y el 165 aniversario de la exitosa gira que realizó por los territorios que unos años después conformarían Rumanía. En todos los conciertos que realizó interpretó un programa similar, con algunas variaciones dependiendo de la sala, incluyendo arreglos para piano de obras de Donizetti, Rossini o Bellini, obras de piano de Beethoven, Chopin, Karl Maria von Weber o Schubert y piezas compuestas por él mismo como la Marcha Rákóczy o la Fantasía húngara.

El primer concierto que ofreció Liszt para el público rumano tuvo lugar en Timişoara, el 2 de noviembre de 1846, por aquel entonces una ciudad más del Imperio de los Habsburgo. Dos días después realizó un nuevo concierto y el éxito que cosechó fue también rotundo. El público lo abordó con numerosos ramos de flores, una corona de laurel y varias poesías escritas ad hoc. Repitió su éxito en Lugoj, sin embargo, la aclamación que le esperaba en Arad fue todavía mayor. Ya a unos kilómetros de la entrada en Arad, cientos de personas esperaban su carruaje para recibirlo entre aplausos. Al entrar en la urbe, recibió el diploma de honor de la ciudad, pasó por debajo de un arco del triunfo levantado para la ocasión y fue honrado con un gran coro que interpretó varios himnos.

En Arad realizó dos conciertos, cosechando un triunfo tal que cada día fue recibido en la sala de conciertos por una orquesta militar y un coro que cantaba himnos en su honor. Incluso a la puerta del lugar donde se alojaba, lo esperaba cada día otra orquesta que interpretaba para él varias piezas de música popular. Lo cierto es que Liszt quedó muy impresionado por la música popular rumana, hasta el punto que durante aquellos días y los que siguieron compuso la Rapsodia rumana, una pieza basada en las doinas (canción popular, propia de los campesinos rumanos, aunque original de Oriente Medio), baladas y cantos de fiesta y duelo que escuchó durante su gira. La rapsodia fue encontrada por el compositor Bela Bartok 85 años después de ser compuesta y fue estrenada en el Ateneo de Bucarest en 1931, con Aurelia Cionca al piano.

Volvió después a Timişoara, donde realizó un concierto benéfico cuya recaudación permitió repartir 400 florines entre los pobres de la ciudad, 200 florines para la Asociación de músicos de la ciudad y dedicar 100 florines más para la construcción de una nueva escuela.

A finales de noviembre, Liszt entró en el Gran Principado de Transilvania, territorio que entonces formaba parte del reino húngaro. Ofreció conciertos en Sibiu y Cluj, donde según la prensa el músico fue acompañado a casa "por una multitud presa del delirio (sic), con velas encendidas y que prorrumpía frecuentemente en aplausos". También allí Liszt realizó un concierto benéfico gracias al cual se repartió dinero entre los pobres del lugar, el Conservatorio de Música de Cluj y una guardería.

Desde allí se trasladó a principios de diciembre a Aiud, donde también lo esperaba una multitud a las afueras de la ciudad, encabezada por una delegación de notables e intelectuales. Tras el concierto, se celebró un gran banquete durante el cual un coro de niños interpretó una canción compuesta especialmente para Liszt. Del dinero que recaudó, Liszt regaló 100 florines a una escuela.

Desde Aiud, Liszt tomó junto con dos amigos húngaros un carruaje tirado por ocho caballos hacia Bucarest, capital del Principado de Valaquia. Su intención era llegar lo antes posible pero el viaje duró 8 largos días. En el camino, en cada uno de los albergues donde se alojó, pudo escuchar la música popular que, sin duda, le inspiró en su composición de la Rapsodia rumana. Ya en Bucarest, Liszt se alojó en el palacio del Príncipe Mihail Ghica y interpretó tres conciertos, en el último de los cuales incluso se atrevió a tocar una pieza compuesta durante el viaje y que causó una profunda admiración entre el público de la ciudad, incluidos personajes ilustres como C.A. Rosetti, con quien conversó apasionadamente sobre sus ideas liberales.

Ya en enero de 1847, Liszt se trasladó a Iaşi, en el Principado de Moldavia, para terminar su gira con el mismo éxito con el que la había empezado. Poco después de abandonar los Principados rumanos, a finales de mes, Liszt escribió: “Ni en sueño me esperaba un éxito así. He sido elogiado como ningún artista podría llegar a soñar”.

1 comentario

AMA Gloria -

Siempre nos ilustras con comentarios desconocidos y sorprendentes como éste. Parece imposible que hace casi 200 años los habitantes de Rumanía tuvieran una sensibilidad de la que ahora parecen carecer. Cosas veredes...