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De zombis

De zombis

Permítame el lector una reflexión algo alejada de las habituales.

Existe una relación entre las grandes crisis de la humanidad del siglo XX y el cine de zombis. Nótese que no estoy hablando de crisis bélicas de largo alcance, sino preferentemente de crisis políticas, económicas o sociales. Las primeras películas de zombis aparecieron brevemente justo tras el crack del 29 – destaca White zombie, de 1932 - para prácticamente desaparecer después. En los años 50, en los inicios de la Guerra Fría, se pusieron de moda los OVNIS y los extraterrestres, aunque algunas películas los relacionaron con pseudo-muertos vivientes como en el caso de Zombis de la estratosfera (1952) o incluso la mítica Plan 9 del espacio exterior (1959). En un mundo con terribles antecedentes y cuya complejidad aumentaba de forma vertiginosa, era reconfortante pensar en la inocencia del ser humano y en la amenaza exterior, aunque estos primeros ejemplos del cine con zombis atisbaban ya el contenido de un mensaje diferente, más crítico con el ser humano.

Los años 60 fueron los del fin de la inocencia, se impuso el pensamiento de Plauto según el cual "El hombre es un lobo para el hombre" y de ahí que durante ese decenio apareciesen los zombis como trasunto del ser humano de entonces, tan irracional y violento como incapaz de controlar un mundo que, debido al aumento de los flujos de información, cada vez se le hacía más incomprensible. Despuntaron entonces grandes clásicos como la reflexiva El último hombre sobre la Tierra , protagonizada por Vincent Price, o La noche de los muertos vivientes de George A. Romero, que dio el verdadero pistoletazo de salida al fenómeno zombi tal y como lo entendemos hoy en día.

Inmediatamente después de la crisis del petróleo hubo un repunte en los estrenos de películas de zombis, aunque fue en los años 80 cuando, a razón de prácticamente un estreno mensual, se vivió la primera época dorada del género coincidiendo con el aumento del terrorismo internacional y con los últimos estertores del comunismo. De estos años destacan títulos como Muertos y enterrados, la fantástica The Evil Dead o El día de los muertos. Al tiempo que se denunciaban públicamente las consecuencias de la crisis ecológica y el fin de las fuentes de energía derivadas del petróleo, los 90 asistieron a un ritmo de producción zombi similar La última gran crisis mundial, desatada por una globalización que amenaza a la singularidad del individuo, por la debilidad del Imperio americano y por el estallido de la crisis financiera coincide también con un momento de esplendor de la temática zombi, magníficamente representada hoy por la serie The Walking Dead y por la postmoderna saga de Resident evil, entre muchos otros títulos.

Más allá de la cronología, el zombi se presenta cada vez más como paradoja del ser humano actual. Su rabia es contagiosa – sólo hay que mirar al telediario para comprobar lo contagiosa que es la violencia entre el ser humano –, se mueve por impulsos – comer/consumir - y sólo muere al dispararle al cerebro, pues es precisamente ese órgano el causante de todos los males del hombre y del zombi. Quien piensa demasiado, quien analiza detenidamente el mundo que le rodea, puede acabar cayendo en la locura y actuando como un zombi violento aunque, paradójicamente, también quien no emplea su cerebro acaba actuando como un zombi errante.

El zombi como voluntad y representación.

2 comentarios

Ana, hermana y amiga -

Super interesante!! Una muy buena reflexión!! Me encantan los zombis... Y... ¿que hará Rick Grimes ahora con su familia si los franceses fueron los últimos en caer?

Luis -

Muy interesante, muy acertado. Aunque no sé si Schopenhauer estaría de acuerdo. ;)