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Mihail Sebastian

Mihail Sebastian

He hecho un repaso superficial del blog y me sorprende no haber dedicado hasta hoy un solo post a Mihail Sebastian.

 

Mihail Sebastian, llamado en realidad Iosef Hechter, nació en 1907 en el seno de una familia judía de Braila, ciudad a orillas del Danubio, origen que marcó toda su existencia al considerarse más danubiano que judío.

 

Sebastian perteneció a la más brillante generación de escritores y pensadores rumanos del siglo XX y contó entre sus amigos a Emil Cioran, Mircea Eliade o Camil Petrescu. Desgraciadamente, la irrupción de los fascismos en Europa a principios de los años 30 selló su distanciamiento con ellos y poco a poco lo fue aislando de una vida social bucarestina de la que tanto disfrutaba. En los años de hierro del mariscal Antonescu y los legionarios fascistas, sobrevivió semiescondido escribiendo pequeñas obras de teatro (algunas publicadas bajo seudónimo para evitar las leyes antisemitas) y desahogando su soledad en su interesantísimo Diario (1933 – 1944).

 

Fue un escritor muy prolífico de novelas (El accidente, Mujeres o La ciudad de las acacias, ambas traducidas al castellano), ensayos (Correspondencia de Marcel Proust o Ensayos, crónicas y memorialística), teatro (Jocul de-a vacanţa, Steaua fără nume o Última oră) y colaboró en varios periódicos de la época como Cuvântul, donde entró a trabajar gracias a la mediación de su mentor, el profesor universitario y filósofo, Nae Ionescu.

 

En 1934, Sebastian publicó la novela Desde hace dos mil años, de la que ya estoy leyendo sus últimas páginas. Su protagonista, rumano y judío, reflexiona sobre ambas condiciones mientras se relaciona con sus coetáneos (sionistas, fascistas, marxistas, anarquistas…) y se opone drásticamente a ser catalogado, celoso de su individualidad, lo que le costará algunos disgustos y mucha incomprensión. Accediendo a las peticiones de Sebastian, Ionescu consintió en prologar la obra, texto sorprendente por su antisemitismo que, aunque lastimó al autor, fue publicado junto a la novela. Aquello desató una tormenta intelectual que se reflejó en ataques desde todos los flancos, los judíos lo tacharon de antisemita y los antisemitas de sionista. Al debate se unieron también los liberales y los comunistas. Para defenderse de los ataques y explicar su punto de vista, Sebastian publicó en 1935 el libro Cum am devenit huligan ("Cómo me convertí en un revoltoso").

 

Sebastian es, sin lugar a dudas, un muy buen referente para comprender la Rumania de entreguerras y el movimiento intelectual que aportó luces y sombras a una época tan difícil para Europa.

1 comentario

Aba Inma -

Pues fíjate que yo nunca oí hablar de ese tal Mihail pero la última vez que estuve en vuestra casa de Bucarest y había terminado los libros que llevé ví en tu biblioteca " El Accidente" y lo leí y tengo que decir que me encantó.