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Crucea de Piatra

Crucea de Piatra

Leyendo Los depravados príncipes de la Vieja Corte, del que pronto espero hacer una pequeña reseña, he sabido de un famoso burdel de entreguerras llamado La Cruz de Piedra (Crucea de Piatra). De hecho, La Cruz de Piedra era el nombre de un pequeño barrio de burdeles aparentemente lujosos, llevados como si de empresas familiares se tratase, situado entre las calles Vitan y Dristor.

 

Las aspiraciones al lujo pronto quedaron atrás y las casas de lenocinio se transformaron en lugares de poca clase, frecuentados por todo tipo de clientes, desde estudiantes hasta hombres ya maduros, escritores como Ion Barbu, sirvientes, porteadores y crápulas en general. No faltaron personajes ilustres entre sus visitantes e incluso en la época se comentó que el rey Carol II tuvo un romance con una famosa prostituta del lugar llamada Hambre Negra (Foamea Neagra), cuyo nombre revelaba su apariencia delgada, débil y con una cara desnutrida, con los pómulos y el mentón muy  marcados.

 

Muchas de las prostitutas del barrio eran jóvenes – incluso menores de edad - especialmente pobres que habían abandonado su casa para ganar algo de dinero. El lugar estaba protegido por la policía, que incluso tenía un edificio propio llamado Casanova, cuyos beneficios compartía con las prostitutas que ejercían allí. Además, la policía se encargaba de evitar altercados y mediar en las relaciones de prostitutas y clientes con los vecinos.

090515_Crucea_de_Piatra_2 por ti.

Aunque la ley establecía que los prostíbulos debían ser cerrados, no concretaba nada sobre la actividad de la prostitución, por lo que el barrio creció ante la mirada pasiva de las autoridades. A los burdeles se los denominó genéricamente “edificios con habitaciones donde se ejerce la prostitución” e incluso en cada una de las puertas del inmueble cada chica colocaba su tarjeta de visita: “Daniela, recibe de 5 a 7”. Los medios de comunicación del momento afirman que por aquél entonces se cerraron 13 prostíbulos, aunque las mujeres siguieron trabajando en habitaciones particulares.

 

La Cruz de Piedra conoció también algún crimen misterioso, como el que afectó a varias prostitutas rusas que aparecieron muertas en las inmediaciones del lugar y que más tarde fueron acusadas de ser espías del NKVD soviético; al parecer, según concluyó la investigación policial, informaban a Rusia de las confesiones de alcoba de muchos oficiales rumanos que las frecuentaban.

1 comentario

Rafa (I. Cervantes) -

Un gran abrazo.
Hablamos sin prisa.