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Bucarestinos

Petre Antonescu y la Casa Oprea Soare

Petre Antonescu y la Casa Oprea Soare

El estilo neo-rumano nació al albor de la independencia de Rumania como respuesta nacionalista al excesivo afrancesamiento de la arquitectura bucarestina de la segunda mitad del siglo XIX. El padre del nuevo movimiento fue Ion Mincu, sin embargo, otros arquitectos desplegaron todas las posibilidades que el naciente estilo ofrecía hasta alcanzar su máximo esplendor en el llamado neo-rumano maduro, que algunos han calificado incluso como barroco. 

Entre todos ellos, destaca Petre Antonescu (1873 – 1965), arquitecto, urbanista, pedagogo y académico cuya enorme versatilidad le permitió diseñar edificios tan dispares como el célebre Arco del Triunfo, que todavía recibe a los recién llegados a Bucarest, el ecléctico Palacio Kretzulescu, sede de la UNESCO en la ciudad, o el Rectorado de la Facultad de Derecho, un edificio neoclásico con tintes de la arquitectura totalitaria que se realizaba en aquellos momentos en Italia o Alemania.


Respecto a sus creaciones neo-rumanas, destacan el monumental edificio de la Banca Marmorosch Blank, cuyo interior sobresale por su decoración Art Nouveau y Art Déco, el imponente edificio del Ayuntamiento de Bucarest, hoy en plena restauración, la sede del Instituto Cultural Rumano, que se levanta frente a la embajada de España, o el deliciosamente decadente Hotel Triumf, que fue diseñado en 1937 como hogar para familias de trabajadores de la Banca Nacional de Rumania.

A pesar de tan emblemáticas construcciones, hoy me gustaría referirme a una villa que Antonescu construyó en 1914 para un burgués enriquecido gracias a sus negocios con la madera, Dumitru Oprea Soare. La Casa Oprea Soare – situada entre las calles Apolodor din Damasc, Colonel Gheorghe Poenaru-Bordea y Sfinţii Apostoli - representa uno de los mejores ejemplos de edificio neo-rumano maduro. La villa se inspira en las residencias de Măgureni y Marginena de la familia Cantacuzino en el Valle de Prahova, que a principios del siglo XX acababan de ser redescubiertas y sometidas a una campaña arqueológica, en la arquitectura brancován caracterizada en el palacio de Mogosoaia e incluso en construcciones vernáculas de Muntenia.

El edificio se levanta en el centro de un gran jardín al estilo de una mansión rústica, con un volumen compacto, típico de casa fortificada, en la que se abren dos pórticos, uno al oeste con cuatro columnas que sostienen una arcada lobulada, coronada por un cordón entorchado con botones, y otro al norte con otras cuatro columnas salomónicas y un mirador. En el lienzo se abren un conjunto de ventanas, enmarcadas por columnas adosadas y decoradas con alfiz, además de estar decorado con numerosas molduras, barandas adornadas con atauriques e incluso algún pequeño rosetón. Los tejados, cuyos amplios voladizos se sostienen por canecillos, están rematados por las omnipresentes finialas, tan características del horizonte bucarestino.

Tras su entrada principal, un gran recibidor cupulado permite acceder, mediante unas puertas que forman una arcada circular, a las distintas estancias cuyo interior todavía conservan los elementos decorativos originales, con suelos de mármol y parquet, revestimientos esculpidos y vigas de madera en techos pintados, según el estilo otomano o bizantino.

En la actualidad, la Casa Oprea Soare alberga el popular restaurante Hanul berarilor (Posada de las cervezas), que además de ofrecer un variado y gustoso menú con cocina tradicional rumana, nos permite disfrutar in situ de esta gran obra de Petre Antonescu. 

1 comentario

Florp -

Always wondered what were his achievements!
(living on the street that bears his name and all)